El último día del viaje fue el jueves. Ángel se
volvía temprano a Bielefeld, para limpiar las habitaciones que
no eran suyas y que habíamos ocupado. Dani y Oscar salían
hacia Madrid a la misma hora que yo cogía el avión de
regreso a Dresde: a las cuatro de la tarde. Por lo que aún
podíamos los tres aprovechar toda la mañana. Fuimos al
centro en metro, queríamos subir a las torres de la catedral,
pero había un problema: teníamos las maletas encima y no
las podíamos dejar en el albergue. Buscamos una consigna en la
estación de trenes, y la había, pero era una
máquina muy extraña, grande y que tenía un hueco
por donde, en teoría, había que meter las maletas.
Tenías que pagar 4 € por maleta, y una vez que
habías pagado se las tragaba y te devolvía un papel en el
que sólo había un código de barras. Como no nos
fiábamos de la extraña máquina que había
por consigna, tuvimos que estar con las maletas y no pudimos subir. Por
eso nos sentamos delante de la inmensa catedral, al sol, como hacen los
viejetes en las plazas mayores de cualquier ciudad o pueblo de
España. Estuvimos un buen rato, mirándola, hasta que el
frío nos echó de allí y nos llevó a la
estación, que está llena de tiendas (Colonia no es ajena
a la moda de los centros comerciales-estación), aprovechamos
para comprar algún regalo. Después comimos algo y fuimos
al aeropuerto. Estuvimos sentados esperando en el
Fuerte Colonia
(de nuevo, seis meses después), recordando las anécdotas
del viaje. Luego llegó la despedida (mi avión
salía ligeramente antes) y la separación: ellos se iban
en un avión lleno de alemanes juerguistas (que se iban de fiesta
a España) y yo me iba en un avión lleno de alemanes
ejecutivos. Parece ser que a los ejecutivos también les va eso
de los vuelos baratos, por que en avión sólo había
gente con traje (y yo). Tomé una foto con él móvil
de un pequeño grupo de ejemplo.
Llegué a Dresde y todo estaba nevado. Al parecer me había
perdido una ola de frío. Ahora a estudiar de nuevo: hay que
ponerse las pilas con el alemán y tengo que estudiar para los
exámenes que me quedan. Fin del viaje y fin de las vacaciones.