He
de reconocer que
muchas veces a
lo largo de este blog he visto Alemania con ojos de pueblerino.
Alabando cualidades de la cultura alemana sin pararme a analizar si
realmente son buenas y debo admirarlas. Ejemplos, podeís
sacar a
patadas en el blog. Ya comenté que Alemania es un
país de
contrastes, y que frente a la opulencia de sus mercedes y beemeuves hay
una parte de su sociedad que es pobre y que sufre y pasa hambre. En
Berlín, no puedes encontrar barrios chavolistas, como en
Madrid,
por ejemplo. Pero sin embargo, hay cientos de personas recorriendo las
calles buscando en la basura comida, ropa y, sobre todo, botellas y
recipientes con pfand. Ya sabeis lo que es el pfand, una tasa para
ahorrar
energía y materiales que grava los envases, que tienes que
pagar
al comprarlos y que se te reembolsa, al devolver el envase a la tienda.
A continuación os pongo una serie de fotos tomadas desde mi
habitación de los contenedores de la residencia, en los
que, a lo
largo de un día que no trabajé, encontré 5
personas rebuscando entre la basura.