Cuando vinieron montados los tres en una bicicleta, en mitad de la
noche, pensaba que estaban locos. Acababan de robar una bicicleta y
ahora se iban a matar. Iban y se chocaban con las cosas que se
ponían en su camino. Hacía frío, mucho
frío. La bicicleta no era robada, se la habían encontrado
abandonada en un poste en mitad de la nada. Héctor cogió
la bicicleta y le echó una carrera a Manuel. Manuel acababa de
comprarse una bicicleta de segunda mano en el Flohmarkt y ahora iba
siempre con su “espada”. Hacían tiempo mientras
todos esperábamos al tranvía que nos llevaría al
otro lado del río. Cuando llegó, la bicicleta se
volvió a quedar abandonada, en medio del parque en medio de la
noche de noviembre. Me negué. Fui, cogí la bicicleta, me
la llevé a casa y la guardé en el trastero. La bicicleta
estuvo allí escondida hasta febrero, cuando unos días de
buen tiempo me animaron a sacarla.
No recordaba que estuviese tan rota: una rueda torcida, el manillar
doblado, las dos ruedas pinchadas, la cadena oxidada… Fui con
ella a hacer la compra al supermercado y vi que era imposible
utilizarla. Podría arreglarla… pero sería muy
caro. Todos los sábados en el Flohmarkt venden bicicletas por
unos precios entre 20 y 40 €, y no me iba a gastar 50 € en
arreglar una bicicleta que no es mía.
Decidí hacer un experimento sociológico: Puse la
bicicleta sin candado en la puerta de mi casa y esperé a ver
cuanto tiempo tardaban en robármela. Algo así como una
prueba de la seguridad en las calles de Dresde y, a la vez, la mejor
forma de deshacerme de ella. Cada cual que se imagine cuanto tiempo
tardarían en España en robar una bicicleta sin candado.
Pues pasó el tiempo y la bicicleta no se movía. Me fui de
vacaciones, volví y la bicicleta seguía ahí.
Seguramente sería por el mal tiempo. Llego el buen tiempo y la
bicicleta que no desaparecía. Y finalmente, 3 meses y 12
días más tarde, mi bicicleta no estaba. Me la
habían robado. ¡Por fin!
Conclusión: Las calles de Alemania son seguras, pero la primavera había llegado y yo necesitaba una bicicleta.