Día 2: La detención

El segundo día de la aventura Erasmus comenzó en la terminal B del aeropuerto de Colonia. Me di cuenta que al lado de “Fuerte Colonia” había un enchufe, por lo que enchufé ahí el ordenador, y para matar el tiempo escribí lo que había pasado hasta entonces para el blog y me puse a ver episodios de los Simpson. Luego facturé la maleta (tampoco tuve que pagar de más allí) y monté en el avión. El viaje de Colonia a Dresde dura una hora por lo que rápido llegamos a Dresde. En el aeropuerto de Dresde recogí la maleta y me fui a la estación de trenes para coger el tren hacia la ciudad, cuando, de repente, en la estación, dos policías me piden el pasaporte. Yo, que tras 25 horas de viaje estoy zombi les digo que no lo tengo, y cuando les voy a sacar el DNI, van, me cogen las manos y me esposan. Les digo (en inglés) que soy español y que tengo el DNI, me quitan las esposas y me dejan sacarlo. A todo esto me han llevado a una lúgubre sala del aeropuerto. Cogen mi DNI y llaman por teléfono. Me quedo solo en la sala. Cri cri… cri cri…Al rato vienen y me devuelven el DNI y me dice uno de los dos enormes policías (todo con un gran acento alemán):

- Aaaaah!!... Españaaaaa!!!... Ibiza!!!... Feeeesta!!!!!

Abre la puerta y me voy de allí como alma que lleva el diablo. También me dieron 1,70€ que era el precio del billete de tren que había perdido por su culpa. Cogí el primer tren que pude y al fin llegué a la estación que está al lado de casa. Allí estaban esperándome dos personas: una chica española, Maru, que vive en la misma casa que yo y su novio, un buen alemán. Me ayudaron un montón porque trajeron su coche y además siempre es bueno ver a alguien que te llama después de la odisea de viaje. Ya llegué a la casa. Es una casa preciosa. Tiene 4 habitaciones, la cocina y el baño. Es una casa con mucho estilo donde la gran mayoría de los muebles de la casa son del Ikea. Mi habitación es enorme. Ya colgaré una foto. Voy a esperar a hacerla cuando la habitación esté colocada y entre un sol radiante por la ventana (viejo truco de las agencias inmobiliarias). La casa está a 10 minutos de la facultad y al ladito de la estación de trenes. Y todo el suelo es de parqué. ¡Al fin algo de tranquilidad!

Publicado el 15 de septiembre de 2005